En toda esta etapa se evalúa el desarrollo de cada niño en función de los objetivos y contenidos marcados en la programación. Es una evaluación continua, donde se observa la evolución individual y con respecto al grupo que pertenece, con la finalidad de analizar su maduración para iniciar la Educación Primaria.
A los padres se les informa de dicha evaluación tanto por reuniones individuales como a través de dos boletines anuales.
Se informa a los padres de la evolución escolar de cada alumno a través de reuniones individuales y de un boletín de notas al final de cada trimestre. Esta valoración individual está basada en una evaluación continua de su rendimiento, actitud y esfuerzo en el aula, tanto por parte de su tutor como por los demás profesores con los que se relaciona.
En esta etapa, el curso escolar queda dividido en distintos períodos de evaluación. Se informa a los padres periódicamente sobre la evolución de sus hijos, tanto a través de entrevistas e informes personalizados como a través del boletín de notas del final de cada período de evaluación. Dichos informes, acordados previamente en el Claustro de Profesores del Ciclo, reflejan tanto su actitud y rendimiento continuado a lo largo del período, como las notas obtenidas por sus trabajos, deberes y exámenes en cada asignatura.